Imagen: © Joan Leandre

nostalG2 \\ L’AGE D’OR NFO.EXE, 2003/08
Leandre, Joan
Instalación

A Brute Force y Prefect Fatal Error. Los tiempos salvajes quizás ya terminaron; ahora vivimos el momento del exceso consentido y aunque pudiera parecer ilusión en los días de la actualización permanente, la frontera de la legalidad se desvanece. Pensé en ello una de esas frías noches de 1999 en SPMB37, una noche de escaneo de IPs y consulta de archivos NFO, cuando mas allá de la palabra desnuda o del pensamiento geometrizado (en ocasiones el que se deja fascinar por el fetichismo) cuenta la experiencia y el superar la paranoia generalizada: “...me encontré tratando de domesticar a la Máquina de Bajar, el tráfico durante las dos primeras horas fue intenso en up y downstream hasta que hacia las 03:00h de la madrugada mi cliente P2P colapsó en un estruendo multicolor. Era la Edad del exceso y de la avalancha... millones de paquetes en fragmentos diminutos, velocidad de crucero hacia miles de destinos remotos, entre la nostalgia por los buenos tiempos y la promesa eufórica de la constante renovación: el gran bastardo en la sombra promete inmortalidad, con cada nuevo pedazo de hardware y software serializado ofrece la eternidad... yo me mantengo en giro constante.”. Prefect Fatal Error en La Actualización Permanente habla de la inocencia sin condiciones, de los orígenes fascinados por el camino desconocido pero asegurado. Se dibuja de este modo la línea de separación, la que marca el límite entre la convención y lo innombrable. Si se espera una respuesta definitiva o el discurso del siglo ya no dependerá de factores bajo nuestro control, será más bien cuestión de cierta suerte y del placer por el puro negro vacío de la terminal automática. La Máquina de Bajar está fuera de control. Entre sectores y cilindros se encuentran los datos que irremediablemente deberían permanecer en el olvido... ¿o es que alguien pensó en anunciar su propio rastro? "Vivo al límite, mirando al abismo del cursor centelleante, esperando inmóvil el desenlace definitivo. En este atardecer el centro ya no se encuentra en la propiedad, en lo permitido, en los márgenes; más bien se ubica en un pasado presente en la cara oculta del monumento”.“...a Brute Force, gracias por cartografiar los lugares más oscuros de la Red, a Final Bastard por guiarnos hacia el estrecho túnel que recorre los senderos sin nombre hacia puertos abiertos de par en par (...)”. La Edad de Oro es ahora y siempre, mi sueño abrazar el Nanga Parbat.

Kristopher KubasiK. “La Actualización Permanente”.



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